La política francesa se siente como una montaña rusa 🎢, y Sebastien Lecornu está de nuevo al volante. A finales de la semana pasada, el exministro de defensa volvió a jurar como primer ministro, apenas cuatro días después de que su primer gabinete colapsara en una oleada de renuncias y drama político.
Ahora, Lecornu tiene hasta el martes para presentar el proyecto de presupuesto de 2026 ⏳. Ese plan necesita 70 días de revisión parlamentaria antes de fin de año, así que no hay tiempo que perder.
Complicando las cosas, los republicanos de derecha decidieron no unirse al nuevo gobierno y solo cooperarán de manera “caso por caso” 🤝. Por otro lado, los socialistas de izquierda están listos para derribar cualquier gabinete que no se retire de la controvertida reforma de pensiones, que elevó la edad de jubilación de 62 a 64 años.
Lecornu insiste en que está abierto a “todos los debates” y quiere ministros “no encarcelados por los partidos”. Su objetivo es simple: lograr que se apruebe un presupuesto y devolver la estabilidad a un parlamento fragmentado sacudido por las elecciones anticipadas del año pasado.
Con la presión de la UE aumentando por la creciente deuda pública de Francia 📈, Lecornu promete hacer “todo lo posible” para restaurar las finanzas públicas. Pero primero, debe formar un equipo que pueda ganar suficiente apoyo, y rápido.
Mientras Macron se prepara para viajar a Egipto en busca de un acuerdo de alto el fuego en Gaza, todas las miradas están puestas en Lecornu y su próximo movimiento. ¿Logrará este primer ministro ganarle al reloj o sumará más drama a la política francesa?
Reference(s):
cgtn.com
