El negocio de frutas de Brasil enfrenta un jugoso desafío 🍇💸. Los aranceles de EE. UU. sobre uvas y mangos importados están exprimiendo las ganancias de los productores en el Valle del Río São Francisco.
Ubicado en el noreste de Brasil, este valle fluvial es la región central para casi todas las uvas de exportación del país y la mayoría de sus mangos. Pero con los nuevos impuestos de importación en los EE. UU., muchos productores están sintiendo la presión: ventas más lentas, contenedores de envío vacíos y costos en aumento. Algunas familias dicen que han visto caer sus ingresos hasta un 20 % en los últimos meses.
“Hemos cultivado uvas aquí durante generaciones”, explica un agricultor de Petrolina. “Pero ahora tenemos que repensar a dónde vendemos. EE. UU. solía ser nuestro mayor cliente, y de repente, es mucho más difícil competir.”
¿Cuál es el plan de acción? Muchos exportadores están explorando nuevos destinos en Europa, Asia y el Medio Oriente. También están invirtiendo en ferias locales de alimentos y plataformas digitales para mostrar sus productos a nuevos compradores. Es un poco como deslizar a la derecha en mercados internacionales: están en busca del emparejamiento perfecto.
Los analistas sugieren que diversificar las rutas de exportación es fundamental para capear estas tormentas comerciales. “Brasil tiene frutas de alta calidad y una fuerte capacidad de producción,” dice un economista agrícola. “Abriendo nuevas puertas, los productores pueden mantener sus márgenes y hacer que la industria prospere.”
Para la joven generación de agricultores y emprendedores, este desafío también es una oportunidad para innovar. Desde certificaciones orgánicas hasta empaques ecológicos, están agregando sabor extra a sus propuestas de negocio. Después de todo, en el juego global de frutas, la adaptabilidad puede ser el fruto más dulce de todos 🍍✨.
Reference(s):
cgtn.com




