En una reunión de alto nivel en Ginebra este martes, Irán se sentó con las potencias E3—Francia, Reino Unido y Alemania—para rescatar el acuerdo nuclear de 2015 antes de un plazo inminente. Con el reloj marcando ⏳ hacia la expiración de la resolución de la ONU el 18 de octubre, el trío europeo advirtió que podría activar un "retorno" de sanciones de la ONU en pocos días si las conversaciones fracasan.
Pero no todo fue juego de presiones. El E3 señaló que están dispuestos a detener las sanciones si Teherán permite el regreso de los inspectores de la ONU y amplía las negociaciones—tal vez incluso invitando a Estados Unidos a la mesa. La diplomacia, argumentan, merece una nueva oportunidad.
Sin embargo, Teherán está bajo presión. Después de un ataque misterioso en junio que dañó sitios clave de enriquecimiento—atribuido a EE.UU. e Israel—Irán ha rechazado nuevas inspecciones, alegando que sus instalaciones no son seguras. Ahora, funcionarios iraníes dicen que han propuesto un nuevo plan para que el OIEA reanude su trabajo, pero los detalles aún son confusos.
“Es hora de que el E3 y el Consejo de Seguridad de la ONU tomen la decisión correcta y den a la diplomacia el tiempo y el espacio que necesita,” publicó en X después de las conversaciones el viceministro de Relaciones Exteriores de Irán, Kazem Gharibabadi, instando a un deshielo en las relaciones 🤝.
Detrás de puertas cerradas, diplomáticos occidentales sospechan tácticas de demora. “Veremos si Irán tiene credibilidad respecto a una extensión o solo está jugando con nosotros,” dijo un integrante del E3, hablando bajo condición de anonimato. Ambas partes saben que el fracaso significa retorno de sanciones—y una respuesta más dura por parte de Teherán está prácticamente asegurada.
Mientras tanto, el jefe del OIEA, Rafael Grossi, confirmó que el primer equipo de inspectores ha regresado a Irán, pero las negociaciones sobre detalles prácticos aún están en curso. A medida que las tensiones hierven y las expectativas difieren, Ginebra se ha convertido en el escenario más reciente para un juego de diplomacia de alto nivel.
Con amenazas de sanciones, problemas de confianza y seguridad global en juego, este drama se siente como el jefe final de un videojuego—solo que con apuestas reales. ¿Encontrarán Europa e Irán un camino hacia adelante o se presionará el botón de retorno? Manténganse al tanto.
Reference(s):
cgtn.com




