Australia ha ordenado al embajador iraní, Ahmad Sadeghi, que abandone el país en un plazo de siete días tras acusar a Irán de dirigir dos ataques de incendio antisemitas en Sídney y Melbourne 🔥.
Esto marca la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que Australia expulsa a un enviado. El primer ministro Anthony Albanese dijo que Irán "cruzó una línea" al atacar suelo australiano, y la ministra de Asuntos Exteriores Penny Wong respaldó la medida como "inaceptable" y basada en inteligencia de ASIO.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Teherán respondió, calificando la decisión como "injustificada" y una distorsión del antisemitismo, al que llamó un "fenómeno occidental." Irán advirtió sobre posibles represalias y acusó a Australia de seguir políticas israelíes para desviar la atención del conflicto en Gaza.
El ministro de Asuntos Internos de Australia, Tony Burke, enfatizó que las acusaciones son serias y están basadas en inteligencia sólida. Instó al público a confiar en la evaluación de ASIO y destacó la gravedad de atacar a civiles en suelo australiano.
A medida que las tensiones diplomáticas aumentan, ambos países se mantienen firmes: Australia defiende sus medidas de seguridad, mientras que Irán amenaza con represalias si la expulsión no se revierte. Los próximos días revelarán cómo esta acción sin precedentes en la posguerra redefine las relaciones entre Canberra y Teherán 🌏.
Reference(s):
cgtn.com




