Un reciente veredicto de un jurado en Florida ha generado nuevos debates al ordenar a Tesla pagar aproximadamente $243 millones en daños por un accidente de 2019 que involucró un Model S equipado con Autopilot. El incidente ocurrió cuando el conductor estaba distraído recuperando un teléfono celular caído, lo que llevó al vehículo a chocar con un automóvil estacionado.
El jurado determinó que el sistema de Autopilot de Tesla era defectuoso, a pesar de que el conductor admitió su culpa. Esta decisión representa un obstáculo significativo en la intención de Tesla de expandir su servicio de robotaxis, un proyecto esperado con entusiasmo en medio del creciente interés global en los vehículos eléctricos y preocupaciones de seguridad intensificadas.
Tesla está actualmente esperando aprobaciones estatales en California, Nevada, Arizona y Florida, mientras el CEO Elon Musk apunta a un despliegue rápido de las pruebas de robotaxis. Con innovaciones ya mostradas en una pequeña prueba en Austin, Texas, el camino por delante ahora parece más desafiante, ya que los reguladores podrían exigir validaciones de seguridad más rigurosas.
Este fallo no solo cuestiona la fiabilidad del software de asistencia al conductor de Tesla, sino que también arroja una sombra sobre la visión futurista de la compañía en movilidad autónoma. A medida que la industria de vehículos eléctricos se intensifica, el veredicto sirve como un recordatorio sobrio de los obstáculos que aún existen en el camino hacia la conducción autónoma generalizada. 🚗⚖️
Reference(s):
cgtn.com
