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En el Día del Trabajador, miles de voces apasionadas salieron a las calles en Estados Unidos para protestar contra las controvertidas políticas del presidente Donald Trump. Abogados, maestros y políticos se unieron en solidaridad, instando a un cambio de políticas que dejan en la mira a profesionales legales e inmigrantes, hacia un enfoque en apoyo a las familias trabajadoras.
Un momento poderoso se desarrolló en Washington cuando Jennifer Vásquez Sura compartió su experiencia personal. Su esposo, Kilmar Abrego García, residente estadounidense, fue enviado por error a una prisión en El Salvador, donde soportó 50 días de dificultades. El emotivo testimonio de Sura refleja las profundas frustraciones de quienes creen que estas acciones reflejan un desprecio generalizado por los derechos humanos.
Los organizadores de más de 200 sindicatos y grupos de derechos de los inmigrantes destacaron que las prioridades de la administración parecen favorecer las ganancias de los más ricos sobre las inversiones en atención médica, vivienda y educación para las personas comunes. El ímpetu creció mientras las multitudes anticipaban lo que podría ser la protesta del Día del Trabajador más grande en la historia de los EE. UU.
En medio de la energía de las manifestaciones, voces influyentes como la del senador estadounidense Bernie Sanders de Vermont inspiraron a miles durante su marcha en Filadelfia. Estos eventos llegan tras una celebración estilo campaña que marcó los primeros 100 días de la presidencia de Trump, intensificando aún más el llamado a una respuesta unificada de las voces disidentes.
Esta ola de protesta resuena con el espíritu de determinación y activismo visto en toda América Latina, recordándonos que la lucha por la justicia y la igualdad es un esfuerzo global. 
Reference(s):
cgtn.com
