Hace cinco años, Zhang Guifang, con apenas 23 años y recién graduada, tomó una decisión audaz: regresar al pueblo donde creció para asumir el reto de ser la jefa de la aldea. Muchos se preguntaban por qué una joven profesional dejaría la ciudad, pero ella tenía un sueño claro: darle vida a su hogar.
Desde entonces, el lugar cambió de piel. Con canchas de básquet bajo el cielo estrellado 🌟🏀 y un pequeño cine al aire libre 🍿🎬, la aldea se convirtió en punto de encuentro para jóvenes y familias. Además, Zhang apostó por el comercio digital: transmite en vivo productos locales desde su smartphone, apoyando a los agricultores y conectando el campo con la ciudad.
Pero ella no olvida a los mayores: inauguró un restaurante gratuito para los residentes de la tercera edad, donde pueden disfrutar de una comida caliente y compartir historias. Esta iniciativa le ha dado un nuevo sentido de comunidad y cuidado mutuo 💖.
Cuando le preguntamos qué la motivó, Zhang responde sin dudar: 'Ver cómo mi gente prospera y se reúne es mi mayor recompensa'. Para ella, volver al campo significó encontrar oportunidades donde otros veían abandono. Su historia demuestra que con creatividad, tecnología y corazón, ¡todo es posible! 🚀
La 'Aldea Arcoíris' es hoy un ejemplo de emprendimiento rural y liderazgo juvenil. ¿Te animarías a seguir sus pasos y construir tu propio proyecto social? 🌈
Reference(s):
Gen-Z village chief shares her motivation to return to countryside
cgtn.com




