Cada año, Lhasa, la capital de la Región Autónoma de Xizang en China, se llena de celebración mientras los locales se reúnen para un ritual ancestral: repintar el icónico Palacio Potala. Apodado el "dulce muro," el recién encalado exterior del palacio hace honor a una receta centenaria que mezcla cal blanca, leche, azúcar, miel y azafrán cultivado localmente.
Esta única tradición no solo preserva la arquitectura antigua, sino que también entrelaza historia y espíritu comunitario en cada pincelada. Los residentes se sienten orgullosos de esta encantadora práctica, que transforma el palacio en un vibrante símbolo de patrimonio cultural y renovación. ¡Es como ver una escena épica de tu película retro favorita o descubrir un nuevo ritmo que nunca pasa de moda! 🎉
El dulce muro se erige como un testimonio de las tradiciones vivas en Lhasa, conectando generaciones de locales e inspirando a los visitantes con su mezcla de arte, historia y un toque literal de dulzura.
Reference(s):
cgtn.com