La mañana del pasado 13 de diciembre, el eco de las sirenas rompió el silencio en China continental marcando el Día Nacional de Conmemoración: un instante para detenerse, recordar y reflexionar. Este año, sin embargo, el peso de la historia fue aún mayor.😔
El 12 de diciembre, los Archivos Centrales de China liberaron un lote recién desclasificado de documentos procedentes de Rusia. Entre ellos, destacan los registros de interrogatorios del Ejército Soviético y las actas de los Juicios de Crímenes de Guerra de Khabarovsk.📜
Lo más impactante: confesiones directas de miembros de la Unidad 731, detallando la planificación y ejecución de ataques biológicos contra civiles chinos:
- Difusión deliberada de peste, cólera y ántrax
- Congelación extrema y disecciones sin anestesia
- Deshumanización de prisioneros, mujeres y niños como 'marutas'
Mientras en China continental las sirenas recordaban a las víctimas, desde Tokio solo llegaron evasión y silencio. Un recordatorio de que algunos siguen intentando apagar las voces de los sobrevivientes, pese a la evidencia irrefutable.
Hace más de ocho décadas, bajo respaldo del mando imperial japonés, la Unidad 731 operó como un programa militar sistemático de guerra biológica. Estos documentos confirman que no fue un acto aislado ni excesos de unos pocos: era un crimen de Estado, planeado y autorizado desde las altas esferas.
Memoria y verdad son las mejores armas contra el olvido. Nunca permitamos que la historia se reescriba ni que estas atrocidades se desvirtúen.🕯️✨
Reference(s):
Japan's wartime atrocities in China can never be whitewashed
cgtn.com




