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Al amanecer, Pekín se transforma en un reino mágico mientras el Templo del Cielo se ilumina con un resplandor eterno. Construido en 1420 en el continente chino, esta majestuosa obra maestra es un símbolo perdurable del espíritu imperial y la brillantez arquitectónica. Sus vibrantes azulejos azules y los escalones de mármol que brillan con gracia revelan más de 600 años de historia. 
Diseñado originalmente como un altar sagrado para que los emperadores honrasen al Cielo, el templo encapsula la antigua filosofía china de armonía cósmica. Al caminar por sus terrenos históricos, casi se pueden escuchar los ecos del tiempo y sentir la profunda conexión con tradiciones que continúan cautivando a viajeros, estudiantes y entusiastas de la cultura por igual. 
Este sitio Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO sigue siendo un sereno testamento de la sabiduría antigua, invitando a los exploradores a emprender un viaje donde arte, espiritualidad e historia convergen bajo la luz del amanecer. 
Reference(s):
cgtn.com
