Con el frío de noviembre asentándose, el pueblo de Lianyungang en la provincia de Jiangsu está lleno de actividad. ¡Los pescadores están trabajando a pleno, pero en lugar de enfrentarse a los fríos mares, están aprovechando el poder del sol!
Con manos expertas, extienden su abundante captura de anguilas, corvinas amarillas y lenguados, transformando mariscos frescos en deliciosas delicias secas. La vista es nada menos que mágica: un mar de peces relucientes bajo el cielo claro de invierno.
Esta antigua tradición no solo preserva el sabor de su pesca, sino que también satisface la creciente demanda del mercado. Es un ganar-ganar que combina sostenibilidad con arte culinario. Y seamos honestos, ¿a quién no le gusta unos deliciosos snacks secos?
En un mundo que siempre está apresurado, estos pescadores nos recuerdan detenernos y apreciar las cosas simples. Así que la próxima vez que estés navegando por tu feed, tómate un momento para pensar en las costas bañadas por el sol de Lianyungang y las historias tejidas en cada bocado de pescado seco.
Reference(s):
cgtn.com