En un giro que parece sacado de una película taquillera, Elon Musk amenazó brevemente con cortar el uso que la NASA hace de la nave Dragon de SpaceX. La medida, surgida durante un intercambio acalorado con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría dejado a la NASA y a programas clave del Pentágono luchando por ajustar sus planes.
La publicación dramática en X advertía que romper los lazos con uno de los contratistas espaciales esenciales de Estados Unidos podría poner en peligro las misiones en la Estación Espacial Internacional y retrasar lanzamientos sensibles de seguridad nacional. Sin embargo, solo unas horas después, Musk se calmó y declaró, "Ok, no desmantelaremos Dragon," retractando efectivamente su amenaza.
Mientras SpaceX continúa lanzando cargas esenciales—desde satélites que ofrecen advertencias de misiles hasta sistemas que ayudan a las comunicaciones en el campo de batalla—este incidente nos recuerda que incluso en el ámbito de la exploración espacial de alta tecnología, los dramas inesperados pueden enviar ondas de choque a través de programas globales. 🚀✨
Reference(s):
cgtn.com
