¿Alguna vez te has preguntado cómo es el clima en los confines del universo? Pues prepárate, porque el telescopio espacial James Webb nos ha traído un parte meteorológico cósmico ¡que te dejará boquiabierto!
Los enanos marrones, esos cuerpos celestes que son más grandes que un planeta pero más pequeños que una estrella, tienen un clima que podríamos describir como… ¡extremo! Los científicos han estudiado, gracias al Webb, a un par de estos enanos marrones que están a solo seis años luz de la Tierra (¡nuestros vecinos cósmicos!
) y han descubierto que en sus atmósferas suceden cosas increíbles.
Imagina temperaturas de más de 925 grados Celsius (¡más caliente que una llama de vela! ), con vientos furiosos que levantan nubes de polvo de silicato, algo así como una tormenta de arena en el Sahara pero a nivel espacial.
Los astrónomos, liderados por Beth Biller de la Universidad de Edimburgo, han creado los mapas meteorológicos más detallados de estos enanos marrones hasta la fecha. Han observado cómo su clima cambia a medida que rotan: uno de ellos completa una vuelta en siete horas y el otro en cinco. ¡Eso es girar rápido!
Pero, ¿qué son exactamente los enanos marrones? Son cuerpos celestes que no son ni planetas ni estrellas, sino algo intermedio. Brillan gracias al calor que emiten, como las brasas de una fogata.
A diferencia de las estrellas, no tienen fusión nuclear en su núcleo.
Lo más alucinante es que sus atmósferas están dominadas por hidrógeno y helio, pero también contienen vapor de agua, metano y monóxido de carbono. ¡Una mezcla digna de una poción mágica!
Este descubrimiento no solo es fascinante por sí mismo, sino que abre la puerta a estudiar el clima en otros mundos, incluso en exoplanetas potencialmente habitables.
Así que ya sabes, mientras aquí nos preocupamos por si llueve o hace sol, allá fuera en el universo hay lugares donde el clima es verdaderamente salvaje. ¡El espacio nunca deja de sorprendernos!
Reference(s):
cgtn.com