¡Imagina que una experiencia traumática cambie la forma en que tu cerebro ve el mundo! Eso es exactamente lo que descubrieron investigadores israelíes con los ratones. Después de vivir un evento adverso, estos pequeños roedores empezaron a percibir estímulos antes inofensivos como peligrosos y mostraron comportamientos de escape más intensos.
El equipo de la Universidad de Haifa encontró que el trauma afecta a un grupo específico de neuronas en el cerebro. Usando luz para controlar las neuronas , rastrearon cambios en el colículo superior (CS), una estructura clave que maneja el comportamiento de escape en ratones. Resulta que las neuronas del CS reciben señales de la corteza prefrontal medial (CPFM), y tras el trauma, es más probable que desencadenen una huida.
¡Esto es enorme! Porque ayuda a entender cómo el trauma cambia el cerebro, no solo en ratones, sino potencialmente en humanos también. Podría conducir a nuevas formas de ayudar a las personas a recuperarse de experiencias traumáticas.
Reference(s):
cgtn.com