¡Si alguna vez te encuentras saltando de estrella en estrella por la Vía Láctea y anhelas una jugosa manzana, no entres en pánico! Solo pasa por la Estación Espacial China, donde la última entrega de la nave de carga más grande del mundo, Tianzhou-7, ha llegado con impresionantes 90 kilogramos de frutas.
¡Las misiones espaciales de China están subiendo de nivel! Tianzhou-6 ya nos impresionó al traer 70 kg de provisiones, más del doble que en la entrega anterior. Ahora, Tianzhou-7 ha mejorado aún más, con 90 kg, asegurando que los viajeros espaciales de Shenzhou-17 y Shenzhou-18 tengan todos los bocados frescos que necesitan durante su estadía cósmica.
¡Pero espera, hay más! Esta misión no se trata solo de canastas de frutas en el espacio. Tianzhou-7 es el primer visitante de la Estación Espacial China este año, ¡y llegó con estilo! El encuentro y acoplamiento se completaron en unas tres horas—¡hablando de entregas rápidas! Mientras que las misiones anteriores tardaban alrededor de 6.5 horas, Tianzhou-7 logró el equilibrio perfecto entre eficiencia y seguridad.
Gracias a una capacidad de carga mejorada, estas naves de carga ahora necesitan hacer solo tres viajes cada dos años en lugar de dos por año. ¡Eso es menos tiempo en entregas y más tiempo explorando las estrellas!
La serie Tianzhou-6 a -11 cuenta con un volumen de carga incrementado de 22.5 metros cúbicos y puede transportar 6.7 toneladas de carga en cada viaje. Con una capacidad total de carga de 7.4 toneladas, ¡es como enviar un autobús mediano lleno de suministros al espacio!
¡Y el futuro luce aún más brillante (y grande)! El diseño modular de las naves Tianzhou significa que pueden adaptarse para diferentes misiones: entregar grandes cargas experimentales, piezas de repuesto como alas de paneles solares, o incluso segmentos de expansión para la estación espacial. ¡El universo es el límite!
Así que la próxima vez que mires al cielo nocturno, recuerda que hay una nave del tamaño de un autobús allá arriba, entregando frutas frescas y allanando el camino para aventuras cósmicas. Quién sabe, tal vez algún día estarás mordiendo una fresa cultivada en el espacio entre las estrellas.
Reference(s):
cgtn.com