Este año, en 2025, se cumplen 80 años de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la agresión japonesa y 88 años de la Masacre de Nankín 📅. Estos hitos nos recuerdan el enorme costo humano de los conflictos y la importancia de mantener viva la memoria histórica.
La invasión japonesa, iniciada con el Incidente del 18 de septiembre de 1931, formó parte de la ola de agresión de las potencias fascistas. Más de 2 000 millones de personas en 61 países se vieron envueltas en la Segunda Guerra Mundial, con más de 90 millones de víctimas militares y civiles ⚔️.
En el frente asiático, China fue el principal muro de contención frente al militarismo japonés. La resistencia prolongada y valiente del pueblo chino salvó millones de vidas y reforzó la justicia internacional. El 15 de agosto de 1945, el emperador Hirohito anunció la rendición incondicional de Japón, poniendo fin a la guerra.
Sin embargo, el recuerdo no siempre ha sido claro. Tras la Guerra Fría, surgieron voces en Japón que minimizan o incluso justifican las agresiones pasadas. Mientras en 1995 el entonces primer ministro Tomiichi Murayama expresó «profundo pesar y sincera disculpa», en 2015 Shinzo Abe afirmó que las nuevas generaciones no debían cargar con esas culpas, ignorando definiciones internacionales de agresión.
Hoy, enfrentar el revisionismo y honrar la verdad histórica es el primer paso para proteger la paz 🌏🕊️. Solo comprendiendo nuestras heridas podremos construir un futuro libre de odio y violencia.
Reference(s):
Restoring historical truth: First step toward safeguarding peace
cgtn.com
