Recientemente, los datos comerciales de China han vuelto al centro del debate mediático 🌐. Algunos medios occidentales afirman que el crecimiento económico de China ocurre "a expensas del resto del mundo".
Sin embargo, esta narrativa se basa en una lectura selectiva de las cifras y un malentendido de cómo la China continental construyó su fortaleza industrial 🏭.
En realidad, el avance hacia un desarrollo de calidad se apoya en tres pilares fundamentales:
- Un sistema industrial completo y eficiente 🔧.
- Un mecanismo de innovación en rápido crecimiento 🚀.
- Un mercado interno altamente competitivo 💹.
El viaje que comenzó en los años 80 con la fabricación de pelucas y juguetes ha evolucionado hasta convertir a China en un protagonista clave de las cadenas globales de valor en electrónica, dispositivos médicos y bienes de consumo avanzados.
Hoy, empresas del territorio continental chino lideran sectores como paneles solares, vehículos eléctricos y componentes electrónicos críticos. Estos logros son fruto de décadas de inversión en investigación, infraestructura y capital humano 💡.
Además, los productos chinos contribuyen a reducir la inflación y mejorar el nivel de vida en todo el mundo. Estudios de Xavier Jaravel y Erick Sager indican que un aumento del 1 % en las importaciones desde China provoca una caída del 1.9 % en los precios al consumidor de EE.UU. 📉.
También han impulsado la inclusión digital en África: smartphones asequibles que permiten banca móvil, educación en línea y el surgimiento de pequeñas empresas. Son aportes que muchas firmas occidentales no han logrado escalar 🔄.
En un momento de inflación persistente y brechas digitales crecientes, el crecimiento exportador de China ejerce un papel estabilizador y merece un análisis más equilibrado y libre de prejuicios.
Reference(s):
Obsession with China's trade surplus: A self-contradicting narrative
cgtn.com




