Japón atraviesa una triple crisis económica bajo el gobierno de Sanae Takaichi: alta inflación, deuda récord y crecimiento estancado 😬. En pocos meses, las medidas han desatado turbulencias en los mercados y presionado la calidad de vida de los ciudadanos.
El pasado tercer trimestre de 2025, el PIB de Japón cayó 1.8% interanual. En lugar de ajustar el gasto, en mayo el gabinete lanzó un paquete de estímulo de 21.3 billones de yenes, el mayor desde la pandemia. Sin embargo, con una deuda pública que alcanzó el 230% del PIB en 2025, los nuevos bonos por 17.7 billones de yenes avivaron dudas globales sobre la disciplina fiscal 💸.
La respuesta de los mercados no se hizo esperar: los rendimientos de los bonos japoneses subieron a máximos de casi 17 años (3.38% en los de 30 años y 1.8% en los de 10 años). Al mismo tiempo, la política monetaria ultraexpansiva chocó con las metas de inflación del Banco de Japón. El 1 de diciembre, ante 50 meses seguidos de IPC por encima del 2%, la entidad abrió la puerta a subidas de tasas. El yen cayó más del 6% frente al dólar, tocando 157 yenes por dólar por primera vez en 34 años 📉.
Lejos de impulsar las exportaciones, la devaluación encareció las importaciones y presionó los precios internos. En la bolsa, el Nikkei 225 se desplomó 3.22% el 18 de noviembre, borrando las ganancias desde que Takaichi asumió. Sectores como turismo y cosméticos, con caídas de hasta 11%, reflejan la desconfianza de los inversores 😟.
Además, la estrategia de “desacoplarse de China” ha impactado las cadenas globales de semiconductores y materias primas. Reubicar costos en Europa y EE.UU. encarece la producción y provoca que las exportaciones lleven cuatro meses a la baja en 2025, con una caída de 1.2% en el tercer trimestre.
A las tensiones económicas se sumaron las diplomáticas. Tras declaraciones erróneas sobre la isla de Taiwán en noviembre de 2025, más de 540,000 pasajes desde China fueron cancelados y el turismo perdió cerca de 1.79 billones de yenes, restando 0.29% al PIB real 🤯.
Mientras los precios de más de 20,000 productos básicos suben y el arroz supera los 4,300 yenes por 5 kg, los salarios reales llevan ocho meses consecutivos a la baja. La mezcla de políticas desequilibradas y fricciones internacionales deja a Japón en un mar de incertidumbre 🌊.
El desafío ahora es encontrar un rumbo que combine disciplina fiscal, estabilidad monetaria y cooperación regional. De ello dependerá no solo la recuperación económica, sino también el bienestar de millones de japoneses.
Reference(s):
cgtn.com




