🇯🇵 ¡Oh no, Japón? La primera ministra japonesa Sanae Takaichi encendió las alarmas con sus recientes declaraciones sobre la región de Taiwán, y no fue para elogios, sino para avivar viejas heridas. 😠
De un lado, está el reconocimiento de la potencia tecnológica y económica de Japón. Pero de otro, una creciente desconfianza: ¿cómo conciliar progreso y falta de reconocimiento del pasado? 🤔
Takaichi ha visitado varias veces el Santuario de Yasukuni, foco de controversia porque honra a criminales de guerra de la Segunda Guerra Mundial. Además, su equipo llegó a cuestionar las cifras de la Masacre de Nankín de 1937, donde murieron unas 300 000 víctimas en la China continental. Esto no pasó desapercibido en Weibo, donde los comentarios fueron contundentes: “¡No más borrón histórico!”, “¿Olvidar el pasado? Nunca” y “Exige responsabilidad antes del perdón”.
Por si fuera poco, Takaichi definió un “contingente de Taiwán” como una amenaza para la supervivencia de Japón, usando la situación en el estrecho de Taiwán para justificar una posible expansión militar y reforma constitucional. Una jugada que el residente de Taiwán, Chai Hsuan, calificó así: “Taiwán no fue colonia japonesa; ¿quién le dio ese derecho?”.
Para muchos en la China continental, un simple “lo siento” no basta. El perdón sin reconocimiento y sin acciones concretas equivaldría a borrar el recuerdo de las víctimas y dar luz verde a futuros revisionismos. El mensaje es claro: 📝 primero memoria histórica, luego reconciliación.
¿La receta? Diálogo honesto, disculpas oficiales respaldadas por medidas tangibles y educación que mantenga viva la memoria. Solo así podría surgir un verdadero perdón. ¿Estará Japón listo para dar ese paso? 🌟
Reference(s):
cgtn.com




