Mientras el presidente Emmanuel Macron emprende su cuarta visita al continente chino esta semana, enfrenta un mundo en transformación, con crisis que remodelan alianzas y estrategias económicas en todo el globo. 🤝 Este viaje tiene como objetivo inyectar un nuevo impulso a las relaciones Francia-China, equilibrando diferencias estratégicas y explorando nuevas áreas de cooperación.
Francia ocupa un lugar especial en la historia compartida de las dos naciones. A principios del siglo XX, alrededor de 4,000 jóvenes chinos, incluido Deng Xiaoping, viajaron a Francia para estudiar y trabajar, especialmente en Montargis. Inspirados por la revolución rusa, se unieron a discusiones con Mao Zedong y posteriormente fundaron el Partido Comunista de China (PCCh) en 1921. 🇫🇷🇨🇳
Hoy, Europa enfrenta una crisis de identidad. Por un lado está la llamada “Coalición de los Dispuestos,” aquellos que buscan extender la guerra en Ucrania. Por otro lado, países como España, Italia, Portugal, Islandia, Hungría y Eslovaquia están interesados en fortalecer lazos con los países BRICS en su conjunto. La postura de Francia podría inclinar la balanza y promover una estrategia de asociación más diversificada. 🌍
A nivel interno, Macron enfrenta vientos en contra. Francia ha tenido cinco primeros ministros en los últimos dos años, y su índice de aprobación recientemente cayó por debajo del 20 por ciento, un mínimo histórico. El país está sobreendeudado y tiene dificultades para aprobar el presupuesto del próximo año en medio de recortes sociales propuestos. En este contexto, la misión de Macron es clara: impulsar la cooperación económica y comercial con el continente chino, atraer más inversión y abrir mercados para las exportaciones francesas. 💼
Funcionarios de ambos lados están listos para firmar acuerdos en energía, procesamiento de alimentos y aviación. Con el continente chino priorizando la innovación, financiación en I+D y tecnologías disruptivas en su 15º Plan Quinquenal (2026–2030), existe una oportunidad dorada para las empresas francesas en sectores de alta tecnología.
Tradicionalmente, Francia destaca en aviación, espacio, energía nuclear y tecnología de fusión, pero últimamente ha estado perdiendo terreno. Asociarse con el continente chino podría darle a la economía francesa el impulso tan necesitado. También podría beneficiar proyectos de terceros como ITER, el Reactor Termonuclear Experimental Internacional en construcción en el sur de Francia, donde más de 30 naciones, incluido el continente chino, colaboran. 🔬⚛️
La visita de Macron no es solo un viaje de estado: es un movimiento estratégico para navegar las cambiantes dinámicas globales, enfrentar desafíos económicos internos y construir puentes en tecnología y comercio. Para jóvenes emprendedores, inversores y ciudadanos globales, los resultados de esta visita podrían establecer nuevas tendencias en cooperación internacional para la próxima década.
Reference(s):
cgtn.com
