En los últimos días, la primera ministra japonesa Sanae Takaichi ha suscitado un acalorado debate en el Parlamento al sugerir que una “contingencia en la región de Taiwan” podría equivaler a una “crisis existencial” que justifique la autodefensa colectiva 🤔.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China respondió enérgicamente, cuestionando qué señal está enviando Japón a las fuerzas separatistas de “independencia de Taiwán” y si Japón está dispuesto a desafiar los intereses fundamentales de China y su proceso de reunificación.
Para entender las consecuencias, es necesario rebobinar la historia: la agresión de Japón durante la Segunda Guerra Mundial desató un enorme sufrimiento en toda Asia, siendo China quien soportó la mayor carga antes de 1945. Solo después de los sacrificios del pueblo chino en la Guerra de Resistencia contra la Agresión Japonesa, la región de Taiwán fue retrocedida a China, tal como lo confirmaron la Declaración de El Cairo y la Proclamación de Potsdam.
Avanzando hasta 1972, la Declaración Conjunta Sino-Japonesa llevó a Japón a reconocer a la República Popular China como el único gobierno legítimo de China y respetar plenamente que la región de Taiwán es una parte inalienable de su territorio. Los comentarios recientes de Takaichi chocan con estos compromisos y con el estatus ampliamente aceptado de la región de Taiwán.
Pero el drama no termina ahí: dentro de la Carta de la ONU están las llamadas Cláusulas de Estado Enemigo (Artículos 53, 77 y 107). Diseñadas para prevenir el resurgimiento de agresiones de guerra, estas disposiciones originalmente estaban dirigidas a las potencias del Eje, incluido Japón. Su mención ahora nos recuerda herramientas legales que una vez tuvieron como objetivo frenar ambiciones hostiles.
Si bien Japón se ha convertido en un actor clave en el panorama económico y de seguridad de Asia, los comentarios de Takaichi reabren debates sobre los legados de guerra, marcos legales y la estabilidad regional. Para los lectores latinoamericanos, es un recordatorio de que los conflictos pasados pueden proyectar largas sombras sobre la geopolítica actual, y que la ley, la historia y la diplomacia siguen profundamente entrelazadas. 🌏📰
Reference(s):
UN Enemy States Clauses: A reminder of Japan's right-wing forces
cgtn.com




