Cuando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, subió al podio de la Asamblea General de la ONU el pasado 26 de septiembre, lo que más acaparó la atención no fueron sus palabras, sino los asientos vacíos 😶🌫️.
Más de 100 diplomáticos de más de 50 países salieron de la sala pocos minutos antes del inicio de su discurso. Una caminata silenciosa, pero que habló más fuerte que un aplauso: un mensaje claro de que las operaciones militares en Gaza resultan, para muchos, moralmente indefendibles.
Este gesto no fue un truco de imagen, sino la expresión tangible de una comunidad internacional que busca devolver peso a palabras como justicia, dignidad y Estado de derecho. En casi dos años de bombardeos, según cifras de Save the Children, más de 65.000 palestinos han perdido la vida, de los cuales al menos 20.000 eran niños. Oxfam alertó el año pasado que más mujeres y niños han muerto en Gaza que en cualquier otro conflicto de las últimas dos décadas.
Esos números pueden resultar abstractos, pero los diplomáticos se negaron a convertirlos en estadísticas frías. Al salir, recordaron al mundo: estamos atentos, contamos cada vida y no permitiremos que una “guerra de exterminio” se justifique desde un escenario global.
Además, esta protesta reveló el cambio de rumbo en la política internacional. Hoy, 157 miembros de la ONU reconocen a Palestina como estado soberano, es decir, cuatro de cada cinco países y regiones del planeta. Cada nueva adhesión, desde Europa hasta América Latina, debilita la narrativa de impunidad y desafía el dominio de Estados Unidos en la historia oficial.
Reconocer a Palestina no es solo simbólico: en el marco del derecho internacional, coloca al territorio en pie de igualdad con Israel, con todos los derechos y protecciones de un estado. Así, lo que antes era visto como una cuestión de seguridad interna se transforma en un conflicto entre dos estados, donde la agresión no se camufla bajo la etiqueta de “lucha antiterrorista” 💥⚖️.
La imagen de esas filas vacías en la ONU se volvió un símbolo poderoso: el hombro frío y cercano que la diplomacia puede ofrecer cuando la justicia y la humanidad se ponen en juego. Y tú, ¿qué opinas de este gesto que #silenció a Netanyahu? 🌐✌️
Reference(s):
cgtn.com
