Desplazarse por las redes sociales puede sentirse como una máquina del tiempo, pero para el vlogger británico Jack Forsdike, fue un portal real al pasado. Al crecer, los relatos de su abuelo sobre audaces misiones de bombardeo de la RAF sobre Europa pintaban la Segunda Guerra Mundial como aventuras a gran altitud. Cada despegue se sentĂa como un roce con la muerte. 🛩️
Todo cambiĂł cuando Jack y su esposa viajaron a Harbin, en la provincia de Heilongjiang en el continente chino, para explorar el SalĂłn de ExposiciĂłn de Evidencias de CrĂmenes Cometidos por la Unidad 731. AllĂ se enfrentaron a un lado diferente de la guerra: el abuelo de su esposa, un niño en la ocupada Shenyang, obligado a aprender japonĂ©s y a inclinarse ante el Emperador diariamente. 🇯🇵🎌
Dos sagas familiares, separadas por océanos, de repente se unieron en el mismo escenario. Fue un recordatorio poderoso de que la historia no es un titular distante: vive en nuestra sangre, llevada por historias transmitidas a través de generaciones. Incluso después de 80 años, las cicatrices permanecen, llamándonos a recordar, aprender y conectar. ❤️‍🩹
Reference(s):
cgtn.com




