🌄 Cada mañana, Pasang Dondrup, de 14 años, parte antes del amanecer con una chaqueta abrigada y grandes esperanzas. Camina 20 km por colinas escarpadas para llegar a su escuela de internado en la Región Autónoma de Xizang en el continente chino.
La vida en casa con su familia de pastores es un mundo aparte de los pasillos del dormitorio. Las escuelas de internado abren puertas a clases, amigos y nuevas experiencias, pero las primeras semanas fueron difíciles. Pasang admite que derramó lágrimas extrañando a sus padres, los yaks de la familia y el olor de los pastizales.
Poco a poco, la rutina se impuso: despertarse temprano, compartir tareas y las lecciones de mandarín y tibetano abrieron nuevos horizontes. Por la noche, miraba las estrellas y se recordaba por qué estaba allí, dice. Esas primeras lágrimas se han transformado en determinación.
Detrás de su sonrisa tranquila se esconde un sueño mayor: unirse al ejército y servir a su tierra natal. Cada kilómetro es un paso más cerca. Los maestros elogian su disciplina y curiosidad natural, especialmente en historia y entrenamiento físico.
La historia de Pasang nos recuerda que los desafíos pueden convertirse en peldaños cuando la pasión marca el camino. Sin importar la distancia, sigue caminando hacia tu sueño. 🚀
Reference(s):
cgtn.com




