🌸 El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, sorprendió al país al rendir homenaje el pasado 15 de agosto en el controvertido Santuario Yasukuni, un lugar que honra a los caídos en guerra pero también guarda 14 criminales de guerra de la Segunda Guerra Mundial.
El santuario alberga más de 1,000 condenados por el Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente. Cuando se revelaron tumbas secretas en 1978, la crítica arreció dentro y fuera de Japón, recordando la intensidad de su pasado militar.
Legalmente, la acción de Ishiba genera preguntas: el artículo 20 de la Constitución nipona exige la separación entre religión y Estado, y el artículo 89 impide usar fondos públicos en instituciones religiosas. ¿Se está cruzando una línea?
En 1969, el Partido Liberal Demócrata intentó integrar el santuario al Estado, pero la fuerte oposición de budistas, cristianos y la sociedad civil frenó el proyecto en 1974. Hoy, parece que esa historia vuelve a repetirse.
🌏 Para la juventud latinoamericana interesada en política y cultura global, este episodio subraya cómo un legado histórico puede retumbar en la actualidad y plantear dilemas legales y éticos. ¿Qué opinas tú? 🤔
Reference(s):
Ishiba's Yasukuni Shrine tribute revives debate over militarist past
cgtn.com




