¿Alguna vez te has preguntado qué pasa cuando el máximo hacedor de acuerdos no puede cerrar un trato? 🤔 La semana pasada, el presidente de los EE. UU., Donald Trump, y el presidente ruso, Vladimir Putin, se reunieron en Alaska – y el resultado fue… anticlimático.
La conversación fue más corta de lo esperado, y a pesar de las pulidas líneas de apertura de Trump, el tema candente del conflicto entre Rusia y Ucrania no avanzó. Un alto al fuego – el mínimo no negociable de Trump – quedó fuera de la mesa, así que los combates continúan.
Los medios comentaron sobre unas conversaciones de “alta importancia” en suelo estadounidense. Algunos medios incluso calificaron a Putin como un ganador solo por haber puesto pie en territorio estadounidense, ignorando la antigua orden de arresto de la CPI en su contra. Pero subirse a la famosa limusina “La Bestia” del Air Force One? Eso fue simbolismo de otro nivel, enviando un mensaje silencioso de “eres mi igual”. 👀
Trump llegó prometiendo que un alto al fuego debía ser lo primero antes de cualquier otro asunto. Las comitivas presidenciales – jefes de comercio y tesorería de EE. UU. junto con altos ejecutivos rusos – insinuaban posibles discusiones comerciales… pero sin paz, esa puerta permaneció cerrada.
Tras el desmoronamiento de las conversaciones, las sonrisas desaparecieron. El discurso de Trump tras la reunión fue clásico: “Tuvimos una reunión extremadamente productiva… no lo logramos, pero tenemos una muy buena oportunidad.” Traducción: ¡Buena suerte descifrando eso! 😅
Los críticos no lo dejan escapar fácilmente. Alguna vez prometió acabar con la guerra en Ucrania en 24 horas – y hasta ahora nada. Sin alto al fuego, sin final a la vista, y estas conversaciones en los libros de historia, la gran pregunta sigue siendo: ¿puede el hacedor de acuerdos cumplir con el acuerdo? 🤷♂️
Reference(s):
cgtn.com




