En la segunda Cumbre China-Asia Central en Astaná, Kazajistán (16-18 de junio), un cambio transformador en la inversión se está convirtiendo en el centro de atención. La inversión directa china en Asia Central ha aumentado a $27.7 mil millones, marcando una transición de las industrias extractivas tradicionales hacia la energía renovable, infraestructura y manufactura.
Esta nueva tendencia es especialmente evidente en Uzbekistán, donde el 85 % de las inversiones en el sector energético ahora impulsan proyectos de energía solar e hidroeléctrica. Tales iniciativas no solo abastecen a la región con energía verde, sino que también allanan el camino para un desarrollo más rápido y sostenible.
La cooperación de la Franja y la Ruta está reimaginando el crecimiento regional con proyectos como un ferrocarril transfronterizo que reducirá el tiempo de transporte de carga en 8 días. Estos desarrollos están transformando el panorama económico, acelerando la industrialización y mejorando la integración con mercados globales.
Para jóvenes profesionales, estudiantes y aventureros, este auge en la inversión verde marca una era dinámica de innovación y progreso sostenible. Es un recordatorio vívido de que cuando la inversión va más allá de los números, alimenta historias de verdadero cambio y oportunidad. 🚀
Reference(s):
cgtn.com