La imagen icónica de Harvard está cambiando. Con la partida de estudiantes internacionales, la universidad enfrenta una pérdida asombrosa de casi $384M al año – ¡casi el 30% de su ingreso neto por estudiantes!
Los estudiantes internacionales alguna vez desempeñaron un papel clave en subsidiar el sueño global de Harvard. Ahora, la institución recurre a estudiantes locales, quienes continúan pagando el precio completo, llevando a una mayor matrícula y al aumento de la deuda .
La realidad de "hacer que Harvard sea local nuevamente" genera preocupaciones: más deuda, menos recursos y la posible pérdida de una comunidad académica vibrante y multicultural. ¿Qué sucede cuando solo quedan voces locales en una de las universidades más célebres del mundo?
Este cambio financiero lleva a Harvard –y a instituciones en todo el mundo– a repensar estrategias de financiamiento. En un momento en que la educación de calidad debería inspirar esperanza en lugar de tensión financiera, el desafío es claro: cómo mantener la excelencia académica sin agobiar a los estudiantes con una deuda abrumadora .
A medida que se intensifican los debates sobre la matrícula y los préstamos estudiantiles, la experiencia de Harvard sirve como un llamado de atención para la educación superior a nivel global, recordándonos que los sueños deben ser accesibles y asequibles para todos.
Reference(s):
cgtn.com