En un giro dramático que parece sacado de tu serie de televisión favorita, la Universidad de Harvard está desafiando una audaz medida del gobierno de los EE.UU. Recientemente, el gobierno suspendió la capacidad de Harvard para inscribir a estudiantes extranjeros y ordenó a los estudiantes actuales transferirse o arriesgarse a perder su estatus legal.
Harvard calificó esta decisión como dañina e ilegal, prometiendo luchar en los tribunales. Las cosas se intensificaron el mes pasado cuando la universidad demandó al gobierno por supuestamente interferir en sus decisiones académicas al amenazar con retirar fondos federales. Un juez federal posteriormente pausó la orden, ofreciendo un breve respiro en este intenso enfrentamiento.
Ahora, la pregunta sigue siendo: Con la creciente presión política, ¿por cuánto tiempo podrá la universidad más antigua del país mantener su posición frente a poderosas fuerzas políticas?
Sigue atento mientras seguimos esta batalla entre libertad académica y la intervención del gobierno.
Reference(s):
cgtn.com