En un giro digno de un drama taquillero 🎬, la promesa de devolver a Estados Unidos a su época dorada de manufactura sigue sin cumplirse. Durante su discurso inaugural, el presidente estadounidense Donald Trump prometió transformar al país en una potencia manufacturera imponiendo aranceles expansivos destinados a revivir fábricas y empleos perdidos.
Sin embargo, la realidad cuenta una historia diferente. Casi 90,000 fábricas han cerrado desde la firma del TLCAN en 1994, y la tan promocionada estrategia arancelaria no ha provocado el regreso robusto que se prometió. Con los empleos y salarios en las fábricas disminuyendo constantemente, muchos estadounidenses han optado por alternativas en lugar de este trabajo exigente.
Expertos económicos globales también advierten que el aumento repentino de los aranceles podría profundizar las incertidumbres globales y desacelerar el crecimiento económico, especialmente ante la amenaza de la inflación. En lugar de encender un renacimiento en la producción estadounidense, las guerras arancelarias han añadido a la inestabilidad general de la economía moderna.
Este panorama en desarrollo sugiere que las soluciones rápidas mediante aranceles quizá no contrarresten décadas de cambios estructurales. Revitalizar el sector manufacturero estadounidense podría requerir cambios más profundos y sistémicos que los ajustes de políticas actuales.
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Reference(s):
Tariff wars fail in reviving afflicted U.S. manufacturing industry
cgtn.com