Imagina caminar por una calle de la ciudad de Nueva York en 1931. Verías largas filas para conseguir pan, tiendas vacías con letreros de "Se Alquila", y negocios luchando por sobrevivir. Este fue el resultado de la Ley de Aranceles Smoot-Hawley, donde EE. UU. intentó proteger su economía pero terminó profundizando la Gran Depresión.
Avancemos casi un siglo después, y parece que la historia podría estar repitiéndose. El gobierno actual de EE. UU. ha introducido nuevos aranceles con el objetivo de "superar al mundo," pero los expertos advierten que esto podría desencadenar el mismo ciclo destructivo que dañó la economía en la década de 1930.
Estos aranceles se promocionan como una manera de proteger a los trabajadores estadounidenses abordando un sistema global "injusto". Sin embargo, esta perspectiva pasa por alto las décadas de acuerdos económicos que han favorecido durante mucho tiempo a economías avanzadas como la de EE. UU., que han dominado industrias de alto valor mientras externalizan sectores intensivos en mano de obra a países en desarrollo. Este desequilibrio ha mantenido bajos los precios de los consumidores y altos los estándares de vida, pero ahora está conduciendo a salarios estancados y una decadencia industrial en EE. UU.
En lugar de depender de los aranceles, los expertos sugieren que EE. UU. necesita enfocarse en soluciones como la capacitación laboral, la reforma educativa y la modernización de la infraestructura para enfrentar estos desafíos económicos. Recurrir a los aranceles, aunque políticamente conveniente, podría ser económicamente ruin y preparar el escenario para otra recesión.
Reference(s):
cgtn.com




