Imagina jugar a la papa caliente con una bomba de tiempo: eso es lo que Estados Unidos está haciendo al usar aranceles como arma contra Canadá, México y el continente chino. Aunque podría parecer un movimiento de poder para reducir déficits comerciales y aumentar los ingresos, en realidad está desencadenando una reacción en cadena que podría explotar en la cara de todos.
Al imponer estos aranceles, Washington espera obtener la ventaja. Pero aquí viene el giro de la trama: alterar los mercados globales y desordenar las cadenas de suministro es como sacar el bloque equivocado del Jenga: ¡todo podría venirse abajo!
Para nosotros en América Latina, esto no es solo un problema ajeno. Todos estamos conectados en esta economía global. Cuando los gigantes chocan, todos sentimos las ondas de choque. Empleos, precios e incluso los dispositivos que amamos podrían verse afectados.
Al final del día, no hay ganadores en una guerra comercial. Es hora de desactivar esta 'bomba' de aranceles y encontrar soluciones que unan a los países en lugar de dividirlos.
Reference(s):
cgtn.com