Es 2025, y el escenario global se ha transformado dramáticamente en la última década. Sin embargo, algunos actores aún se aferran a tácticas antiguas, creyendo que las amenazas, sanciones y la dominancia de una única moneda pueden influir en el mundo.
La realidad es que el mundo ya no está comprando la dominancia de una sola moneda o la presión impulsada por sanciones. Las naciones están encontrando nuevas formas de fomentar la cooperación y la prosperidad compartida sin depender de métodos anticuados.
Tomen a Rusia, por ejemplo. Cuando enfrentó una avalancha de sanciones de Occidente en 2014 y 2022, muchos predijeron un colapso económico. En cambio, Rusia construyó su propio salvavidas financiero. Su Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros (SPFS) emergió como una alternativa propia al sistema SWIFT, y la tarjeta de pago Mir está ahora haciendo el trabajo de Visa y Mastercard. Estos movimientos aislaron la economía rusa y sentaron las bases para vínculos financieros más profundos con aliados no occidentales como Türkiye, Kazajistán y naciones del Medio Oriente, sin depender de sistemas dominados por Occidente.
De manera similar, Türkiye enfrentó restricciones en el acceso a ciertas tecnologías y equipos. En respuesta, Türkiye comenzó a producir sus propios recursos, incluso empezó a exportar equipos a naciones del Medio Oriente y África.
La resiliencia de Rusia y Türkiye es solo la punta del iceberg. Cada vez más naciones están buscando un orden mundial más equitativo. La Cumbre del G20 en Brasil el año pasado fue testigo de una revolución histórica con la Unión Africana asistiendo como miembro pleno del bloque por primera vez. El G20 de hoy no es solo un club de países económicamente poderosos, sino que representa una nueva visión.
Las naciones BRICS también han reescrito las reglas del comercio global. Han recurrido a sus propias monedas para el comercio, reduciendo su dependencia del dólar estadounidense. Brasil y China ahora comercian en sus monedas nacionales, un movimiento reflejado por India y sus socios regionales. El Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS ha intensificado sus esfuerzos para financiar proyectos en monedas locales, un enfoque fresco para el financiamiento internacional sin depender de instituciones occidentales. Además, se están llevando a cabo esfuerzos para crear un sistema de pagos basado en blockchain propio de los BRICS.
Esto no se trata de hacer una declaración política—se trata de pragmatismo. El mundo ha observado cómo el sistema dominado por el dólar tropieza repetidamente, con cada crisis afectando a continentes enteros. Desde el colapso financiero de 2008 hasta la recesión global inducida por la pandemia, la excesiva dependencia del dólar ha demostrado ser una apuesta arriesgada.
Como jóvenes en América Latina, estamos presenciando un cambio hacia un mundo más multipolar donde la cooperación supera a la confrontación. Las viejas estrategias de amenazas y sanciones están perdiendo su impacto. En su lugar, los países están adoptando la innovación, la resiliencia y la colaboración. 🌍✌️
Reference(s):
Why threats, sanctions and one-currency dominance are past their prime
cgtn.com