En 2025, el panorama económico global ha experimentado una transformación significativa. Quedaron atrás los días en los que las amenazas de aranceles y sanciones podían alterar fácilmente la dinámica financiera mundial.
Este mismo año, el recién investido presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció un arancel impresionante del 100 % a las naciones BRICS si continuaban su impulso para desdolarizar. “Como nación BRICS… enfrentarán un arancel del 100 % si siquiera consideran tales acciones”, declaró Trump en su primer día en el cargo.
Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China respondió rápidamente, enfatizando que BRICS se trata de fomentar la cooperación y la prosperidad compartida, no la confrontación. La comunidad global está dejando atrás la idea de la dominancia de una sola moneda y la coerción basada en sanciones.
Tome a Rusia como un ejemplo destacado. Frente a fuertes sanciones de Occidente en 2014 y 2022, muchos pronosticaron un colapso económico. En lugar de eso, Rusia construyó sus propios sistemas financieros, lanzando el Sistema para la Transferencia de Mensajes Financieros (SPFS) y la tarjeta de pago Mir para competir con Visa y Mastercard. Estas iniciativas no solo han aislado la economía de Rusia, sino que también han fortalecido los lazos financieros con aliados no occidentales como Türkiye, Kazajistán y naciones del Medio Oriente.
Mientras tanto, Türkiye ha respondido a las restricciones de EE.UU. desarrollando su propia tecnología y equipo, produciendo desde aviones F-35 hasta drones armados, e incluso exportándolos a naciones de Medio Oriente y África.
Este auge en resiliencia no se limita a Rusia y Türkiye. Las naciones de todo el mundo están abogando por un orden mundial más equitativo. La Cumbre del G20 en Brasil el año pasado marcó un momento histórico con la Unión Africana uniéndose como miembro pleno, reflejando una nueva visión inclusiva.
Los países BRICS también están reescribiendo las reglas del comercio global al realizar transacciones en sus propias monedas, reduciendo la dependencia del dólar estadounidense. Naciones como Brasil y China lideran el cambio, con India y sus socios regionales siguiéndolos. El Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS está financiando proyectos en monedas locales, y se están realizando esfuerzos para crear un sistema de pagos basado en blockchain propiedad de BRICS.
Este cambio no es solo político; es una cuestión de pragmatismo. La excesiva dependencia del dólar ha mostrado sus vulnerabilidades, desde la crisis financiera de 2008 hasta la recesión inducida por la pandemia. Las naciones BRICS están allanando el camino hacia una economía global más equilibrada y resiliente.
Reference(s):
Why threats, sanctions and one-currency dominance are past their prime
cgtn.com
