Desde hace meses, hemos estado pegados a nuestras pantallas, viendo cómo la pequeña franja de tierra llamada Gaza enfrenta dificultades inimaginables. Es como ver una película desgarradora, pero es dolorosamente real. ¿Cómo un lugar tan pequeño se convirtió en el centro de atención de todo el mundo?
Gaza, hogar de 2.3 millones de personas en un área de solo 365 kilómetros cuadrados, ha estado bajo una presión intensa. El mundo está presenciando escenas que ponen a prueba nuestra humanidad compartida. Estamos viendo familias luchando sin necesidades básicas como comida, agua y electricidad. Los hospitales están desbordados y la infraestructura está en ruinas.
En octubre pasado, las tensiones se intensificaron, lo que llevó a medidas severas que solo han empeorado la situación. Se anunció un cerco total, cortando el suministro de bienes esenciales. ¡Imaginen tratar de vivir sin electricidad o agua corriente! Es impensable.
La crisis humanitaria no se trata solo de la falta de recursos. La destrucción de hogares, escuelas y hospitales significa que la vida cotidiana se ha convertido en una lucha por sobrevivir. Los suministros médicos se están agotando, y los médicos se ven obligados a tomar decisiones imposibles.
Una historia que conmovió al mundo entero es la de un cirujano que tuvo que operar a su propia hija sin anestesia. ¿Puedes imaginarlo?
El mundo está viendo todo esto desarrollarse en tiempo real, sintiendo una mezcla de tristeza, enojo e impotencia. Es un llamado de atención que nos recuerda la importancia de la compasión y la necesidad de luchar por los derechos humanos en todas partes.
¿Por qué debería importarnos? Porque, en el fondo, sabemos que la indiferencia no es una opción. Cuando vemos a otros sufrir, refleja nuestra propia humanidad.
No apartemos la mirada. Mantengámonos informados, difundamos conciencia y esperemos un mañana mejor. ✨
Reference(s):
Global population see its own humanity being trampled in Gaza genocide
cgtn.com
