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Más de 10,000 vidas palestinas se han perdido hasta el 6 de noviembre de 2023, incluidas más de 4,200 niñas y niños. Cada número representa a una persona con sueños, esperanzas y seres queridos.
En el último mes, las bajas en la Franja de Gaza se han disparado, y no hay señales de que esta pesadilla termine pronto. Detrás de estas frías estadísticas hay personas reales: una madre cosiendo ropa para su hijo 
, un padre buscando pan y agua para su familia 
, abuelos rezando por la paz 
y un sinnúmero de niños y niñas ajenos a la dureza del mundo 
.
La última tragedia proviene de dos ataques israelíes en el campamento de refugiados de Jabalia en menos de 24 horas, que mataron al menos a 195 personas e hirieron a más de 770, con 120 aún desaparecidas. Estos refugiados ya eran de los más desfavorecidos, y ellos, como todos los palestinos en Gaza, merecen derechos humanos básicos a la vida y la seguridad.
Es desgarrador ver a civiles privados de sus derechos debido a disputas continuas. Los recientes ataques israelíes desde el 8 de octubre solo han empeorado su sufrimiento.
Aunque la historia entre Palestina e Israel es compleja, está claro que las acciones militares actuales han sido indiscriminadas y desproporcionadas. Los bombardeos incesantes han convertido a Gaza en un infierno 
.
Atacar áreas residenciales, hospitales 
y campamentos de refugiados es inaceptable. Cortar el agua, los alimentos y el combustible a millones de personas es inhumano. Estas acciones ignoran las leyes internacionales destinadas a proteger a los civiles.
La legítima defensa no debería cobrarse vidas inocentes. Es crucial responsabilizar a quienes son culpables por sus acciones.
Reference(s):
cgtn.com
