¡El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, acaba de aterrizar en China, marcando la primera visita de un líder australiano desde 2016! Pero, ¿será esta visita para limar asperezas o solo para evitar que las cosas empeoren?
Seamos sinceros, China y Australia no han sido los mejores amigos últimamente. Mientras que algunos dicen que este viaje podría ser el inicio de algo nuevo, otros piensan que se trata más de mantener las cosas estables que de convertirse en mejores amigos. Albanese está ansioso por señalar que Australia y China tienen valores y sistemas políticos diferentes. Así que esta visita podría ser más sobre negocios que sobre amistad.
Hablando de negocios, China es un ENORME motor para la economía de Australia. A pesar de intentar diversificarse, las relaciones comerciales de Australia no han florecido exactamente en otros lugares. La Unión Europea está retrasando un acuerdo comercial, y los intentos de acercarse a India no han sido un éxito rotundo. Así que no es sorpresa que las conversaciones económicas estén al frente y al centro durante la visita de Albanese.
¡Pero espera, hay más! Albanese no está exactamente en la cima en casa. Recientemente enfrentó un gran revés cuando un referéndum nacional para reconocer a los indígenas australianos en la constitución fue rechazado en todo el país. Auch. Además, Australia está lidiando con una crisis del costo de vida, los incendios forestales ya están causando caos, y las metas de cambio climático se están alejando de su alcance. ¡Vaya presión!
Con todo esto en juego, fortalecer los lazos económicos con China podría ser un cambio radical. La demanda china de mineral de hierro y litio australianos es fuerte, especialmente con su impulso hacia tecnologías verdes como los vehículos eléctricos. ¿Tal vez puedan colaborar en esfuerzos contra el cambio climático?
Pero Albanese tiene que mantener la calma. Sabe que presionar demasiado para mejorar los lazos con China podría generar tensiones en casa y en el extranjero. Recuerda, líderes anteriores como Kevin Rudd enfrentaron reacciones negativas al intentar equilibrar las relaciones entre China y EE. UU. No es casualidad que Albanese habló con el presidente estadounidense Joe Biden antes de subirse al avión rumbo a Shanghái.
Entonces, ¿será esta visita un punto de inflexión o solo un apretón de manos cortés? ¡Solo el tiempo lo dirá!
Reference(s):
cgtn.com