El 2 de noviembre, Japón comenzó a liberar su tercer lote de agua nuclear contaminada en el océano, vertiendo alrededor de 7,800 toneladas de agua contaminada durante 17 días.
Este movimiento ha reavivado las preocupaciones globales, especialmente después de que aguas residuales radiactivas salpicaran a trabajadores en la Planta de Energía Nuclear Fukushima Daiichi recientemente. El incidente resalta los problemas continuos con Tokyo Electric Power Company (TEPCO).
Desde el desastre nuclear de Fukushima, TEPCO ha enfrentado críticas por retrasar informes, encubrir accidentes, manipular datos cruciales y priorizar los negocios sobre la salud de las personas y el medio ambiente.
La gran pregunta es: ¿cómo puede una compañía con un historial tan problemático asegurar al mundo que su plan de vertimiento oceánico es realmente seguro y transparente?
Ambientalistas y países vecinos están en alerta máxima, preocupados por los posibles impactos a largo plazo en la vida marina y la salud humana.
Es hora de que TEPCO y las autoridades japonesas actúen con verdadera transparencia y asuman la responsabilidad. ¡El mundo está observando y exige acción!
Reference(s):
cgtn.com