💧 Asheville, Carolina del Norte – Casi una semana después de que el huracán Helene desatara su furia en el oeste de Carolina del Norte, la lucha continúa para miles de residentes que quedaron sin acceso a agua potable.
En el corazĂłn del centro de Asheville, un brillante camiĂłn cisterna de acero inoxidable se ha convertido en un faro de esperanza. Los locales se reĂşnen con contenedores de 5 galones, garrafas de leche y cubetas, buscando llenarlos con el preciado recurso que se ha vuelto increĂblemente escaso.
\"Nunca pensĂ© que harĂa fila por agua en mi propia ciudad,\" dice Sarah Thompson, una estudiante universitaria. \"Se siente como algo sacado de una pelĂcula distĂłpica. Pero aquĂ estamos, ayudándonos unos a otros.\"
Las secuelas de Helene han dejado la infraestructura de la ciudad gravemente dañada. Las tuberĂas de agua están rotas y muchas viviendas están sin electricidad. A pesar de los desafĂos, el espĂritu comunitario es fuerte.
Los negocios locales han dado un paso al frente, donando suministros y ofreciendo apoyo. Voluntarios distribuyen alimentos y artĂculos esenciales, convirtiendo estacionamientos en centros de ayuda improvisados. Las redes sociales están llenas de ofertas de ayuda e informaciĂłn sobre dĂłnde encontrar recursos.
\"Es difĂcil, pero ver a todos unidos es inspirador,\" comparte Miguel Rivera, un joven emprendedor cuyo cafĂ© está ofreciendo comidas gratis. \"Podremos estar caĂdos, pero no estamos derrotados. Helene no puede aplastar nuestro espĂritu.\"
Las autoridades están trabajando incansablemente para restablecer los servicios, pero podrĂan pasar dĂas antes de que vuelva la normalidad. Hasta entonces, los residentes de Asheville están demostrando que, incluso frente a la adversidad, la solidaridad y la resiliencia brillan.
CuĂdense, Asheville. 💪🏼❤️
Reference(s):
cgtn.com


