En los campos de un pueblo en Daqing, provincia de Heilongjiang, un espectáculo mágico cobró vida al atardecer. Dos especies de grullas, las grullas de corona roja y las grullas cuelliblancas, danzaron y juguetearon bajo la luz del crepúsculo .
Con sus majestuosas alas extendidas, estas aves, protegidas de primera clase en China, se movían armoniosamente a través de la hierba, ofreciendo una escena digna de un cuento de hadas. Un verdadero regalo para los amantes de la naturaleza y la vida silvestre .
Este acontecimiento destaca los esfuerzos de conservación en la región y nos invita a apreciar y proteger la belleza natural que nos rodea . ¿Quién no querría presenciar esta danza alada en persona?
Reference(s):
cgtn.com