En medio de las majestuosas montañas del Gran Cañón de Angsai, en la provincia de Qinghai, vive Kunga, un pastor tibetano con un corazón enorme. Creció entre los valles y ríos, desarrollando un vínculo especial con la fauna que habita en este enclave conocido como el \"Valle de los Grandes Felinos\".
Siempre que alguien encuentra un animal herido, sabe exactamente a dónde llevarlo: al patio trasero de Kunga. Su hogar se ha convertido en un santuario improvisado donde especies como grullas cuellinegras y otras criaturas encuentran refugio y cuidado.
En diciembre de 2020, una grulla cuellinegra fue atacada por un ave de rapiña mientras sobrevolaba el cañón. Con su ala lastimada e incapaz de migrar al cálido sur, necesitaba ayuda urgente. Los trabajadores de la estación de protección en la localidad de Angsai acudieron a Kunga, quien sin dudarlo aceptó cuidar del ave.
Kunga no solo ofrece comida y refugio; brinda amor y esperanza a criaturas que lo necesitan. Su historia nos recuerda la importancia de vivir en armonía con la naturaleza y proteger a nuestros compañeros de planeta.
Reference(s):
cgtn.com