Cuando el terremoto de magnitud 6.2 sacudió el condado de Jishishan en la provincia de Gansu, en el noroeste de China, a la medianoche del lunes, todo parecía detenerse. Pero tras el temblor, ocurrió algo increíble: la comunidad se unió, demostrando que incluso en los momentos más difíciles, la esperanza encuentra su camino. 🌟
Se están construyendo rápidamente viviendas temporales para brindar refugio a los desplazados por el terremoto. En medio de la construcción, una cocina de campo temporal está llena de actividad, preparando comidas para el solsticio de invierno. Porque incluso después de un sacudón, las tradiciones brindan consuelo. 🏠🥟
\"Estamos haciendo todo lo posible para que todos se sientan como en casa durante este período difícil,\" dice un voluntario local mientras el vapor se eleva de las ollas de dumplings, un platillo favorito del solsticio de invierno.
El terremoto, que ocurrió a una profundidad de 10 kilómetros según el Centro de Redes de Terremotos de China, ha cobrado la vida de 135 personas en Qinghai y 113 en la vecina provincia de Gansu. Nuestros corazones están con todos los afectados. 💔
En una nota más alentadora, el suministro de agua en el condado de Jishishan se restableció por completo el jueves. El departamento local de recursos hídricos trabajó incansablemente para reparar las cuatro principales redes rurales de suministro de agua dañadas por el terremoto, llevando el tan necesitado alivio a los residentes. 💧👍
La resiliencia y solidaridad demostradas por la gente de Jishishan son verdaderamente inspiradoras. Mientras se reconstruyen, nos recuerdan a todos la fuerza que proviene de la comunidad y la importancia de mantenerse unidos. 💪❤️
Reference(s):
cgtn.com