En el corazón de la Ciudad de Gaza, un silencio sombrío cayó mientras familiares y colegas se reunían para llorar a Anas Al-Sharif, el corresponsal de Al Jazeera de 28 años que murió cuando un ataque israelí impactó en una carpa improvisada para periodistas el 10 de agosto. 📷
El corresponsal de CGTN en Gaza capturó la emoción cruda del funeral: rostros llenos de lágrimas, oraciones susurradas y un profundo sentido de pérdida. Para muchos, Al-Sharif era más que un reportero: era una voz para las historias no contadas de su comunidad.
Su sobrino, Mahmoud Shalha, luchó por contener las lágrimas al recordar: "Era como un padre para mí. Me mostró lo que realmente significa el periodismo." Inspirado por su tío, Mahmoud ha prometido seguir sus pasos: "Seguiré filmando la verdad, incluso si me cuesta la vida."
Los dolientes en el lugar de la carpa insistieron en que el único "crimen" de Al-Sharif fue capturar la realidad sobre el terreno. Dicen que Israel lo atacó porque su reportaje exigía cuentas al poder.
Mientras Gaza procesa esta tragedia, periodistas y defensores en todo el mundo están destacando los riesgos que enfrentan los equipos de medios en zonas de conflicto. El legado de Anas Al-Sharif vive en cada historia contada, recordándonos el costo humano de la guerra y la importancia de ser testigos. 🕊️
Reference(s):
Stringer Dispatch: Gazans mourn journalist killed in Israeli strike
cgtn.com
