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Cuando Quentin Foucque pisó Shanghái por primera vez en 2010, nunca imaginó cómo este viaje de dos semanas cambiaría su vida para siempre. Nacido en 1987 en Marsella—el mismo año en que su ciudad natal y Shanghái se convirtieron en ciudades hermanas—Quentin sintió una conexión instantánea. \"Fue como entrar en un sueño futurista,\" recuerda, con los ojos brillando como el horizonte de neón que le robó el corazón.
Avancemos en el tiempo, y Quentin ha pasado más de la mitad de su vida adulta inmerso en las vibrantes energías de Shanghái. \"La energía aquí es eléctrica 
, las oportunidades interminables,\" dice. Para él, Shanghái no es solo una ciudad; es un lienzo lleno de inspiración.
Uniendo culturas y amistades 
Lo que es aún más notable son las amistades que ha forjado. \"La gente de Shanghái y Marsella es tan parecida—amable y acogedora,\" señala Quentin. Es este espíritu compartido lo que hace que la distancia entre ambas ciudades parezca un poco más pequeña.
Quentin sueña en grande. Espera ver más turistas chinos explorando Marsella y el resto de Francia. \"¡Con esfuerzos en diplomacia y procesos de visa más sencillos, imaginen los intercambios culturales que podríamos tener!\" exclama. 
De luces de neón a nuevos horizontes 
Mientras continúa su viaje artístico, Quentin encarna la mezcla perfecta de Oriente y Occidente. Su historia es un testimonio de la magia que sucede cuando sales de tu zona de confort y abrazas lo desconocido. ¿Quién sabe? ¡Tal vez tu próxima aventura esté a solo un vuelo de distancia! 
Reference(s):
cgtn.com
