El atardecer cae sobre la ciudad de Rafah, pero para muchos gazatíes desplazados, este Ramadán se siente diferente. El aroma de los dulces tradicionales está ausente, reemplazado por la cruda realidad de mesas vacías y un silencio que retumba. 😔
'Nunca he enfrentado un Ramadán tan duro como este,' comparte una refugiada que vive en una tienda de campaña. Sin nada preparado para el mes sagrado, ella espera, con la esperanza de recibir ayuda en medio del caos. Otro joven revela, 'Ni siquiera puedo pagar una caja de dulces o un frasco de mermelada. Los precios están por las nubes y cada día trae nuevos desafíos.'
El conflicto entre Israel y Hamas sigue en marcha, y el derramamiento de sangre continúa. Mientras el orden social colapsa, los palestinos desesperados luchan por ganarse la vida. Los bombardeos se han convertido en un aterrador despertador, obligando a las familias a huir hacia Rafah en busca de seguridad.
Sin embargo, en medio de la oscuridad, el espíritu del Ramadán permanece: un tiempo de reflexión, resiliencia y comunidad. Incluso frente a la adversidad, estos gazatíes mantienen la esperanza, abrazando pequeños momentos de alegría y solidaridad. 🌙✨
Para la juventud de América Latina, su historia es un poderoso recordatorio de la fuerza del espíritu humano. Unámonos en solidaridad y difundamos conciencia. ✊🏽❤️
Reference(s):
cgtn.com
