En medio del caos y el conflicto, Hanaa Daoud, de 30 años, enfrenta una batalla no solo contra la violencia a su alrededor, sino también contra sus propios pulmones. 🌬️ Viviendo en Gaza, Hanaa sufre de asma y fibrosis pulmonar, condiciones que la atan a una máquina de respiración. Pero con el conflicto en curso entre Israel y Palestina, incluso respirar se ha convertido en un lujo.
\"Los cohetes vuelan sobre nuestras cabezas, y nos preparamos para la muerte,\" comparte Hanaa, su voz reflejando tanto miedo como resiliencia. Con la electricidad escasa y los apagones frecuentes, nunca sabe cuándo podría fallar su dispositivo de respiración. La incertidumbre es enorme: ¿qué pasa cuando se acaba la batería? 🔋
Salir de su casa es un riesgo calculado. Solo sale con su máquina de respiración a cuestas, sabiendo que cada respiro cuenta. \"No hay absolutamente ningún lugar seguro en Gaza,\" dice. \"Aspiramos a vivir como las personas en otros países árabes, con seguridad y una vida normal, sin una guerra cada par de años.\"
La historia de Hanaa es una entre muchas en Gaza, donde las personas comunes navegan peligros extraordinarios a diario. En medio del sonido de las sirenas y las explosiones distantes, la vida continúa, pero no sin un miedo constante. 😔
Para la juventud en América Latina y en todo el mundo, la experiencia de Hanaa es un recordatorio tangible del costo humano del conflicto. No se trata solo de territorios y política; se trata de personas que anhelan paz, seguridad y el simple derecho de respirar libremente.
Mientras deslizamos nuestras pantallas 📱 y pasamos de largo los titulares, hagamos una pausa para pensar en Hanaa y en incontables otros que sueñan con una vida sin las sombras de la guerra. ✌️
Reference(s):
cgtn.com