Han pasado más de tres años desde el trágico dĂa del 14 de febrero de 2018, cuando un hombre armado de 19 años entrĂł a la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, y cambiĂł para siempre innumerables vidas.
Diecisiete estudiantes y miembros del personal perdieron la vida ese dĂa, incluido Joaquin Oliver, un adolescente vibrante con sueños y un futuro brillante por delante. Para sus padres, el dolor sigue siendo crudo, la pĂ©rdida incalculable.
Recientemente, compartieron su lucha, reflexionando de manera emotiva sobre la pĂ©rdida de su amado hijo y sus pensamientos sobre la epidemia continua de violencia con armas en los Estados Unidos. \"Es como un ciclo interminable,\" dijeron. \"En lugar de abordar el problema, la gente está comprando más armas. Es difĂcil de entender.\"
Expresaron frustraciĂłn por cĂłmo la violencia armada parece ser enfrentada con más armas, perpetuando un cĂrculo vicioso que pone más vidas en riesgo. \"Perdimos a nuestro hijo, Âży la respuesta es armar a más personas? No tiene sentido,\" lamentaron.
Su historia es un recordatorio conmovedor del costo humano detrás de los titulares. Cada estadĂstica representa personas reales, familias destrozadas, sueños truncados.
Mientras los debates continĂşan y las soluciones parecen lejanas, voces como las de los padres de Joaquin nos instan a mirar más allá de la polĂtica y enfocarnos en las vidas en juego. Es un llamado al cambio, a la acciĂłn y a romper el ciclo que sigue repitiĂ©ndose.
Para muchos jóvenes que observan desde todo el mundo, incluyendo América Latina, su historia resuena profundamente. Sirve tanto como una advertencia como una luz, resaltando la importancia de abordar los problemas sociales antes de que se salgan de control.
Reference(s):
Finding true America: Gun violence – a vicious, unending cycle
cgtn.com