La pandemia de COVID-19 ha puesto nuestro mundo de cabeza 🌍😷, y aunque el virus en sí ha afectado directamente a menos niños, está causando un gran efecto dominó en sus vidas. Con las escuelas cerradas y todos atrapados en casa 🏠, los niños están pasando más tiempo en interiores que nunca antes.
Más de 13 millones de niños y adolescentes están luchando con su peso, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. Y ese número sigue creciendo 📈.
Estar atrapado en casa significa más tiempo frente a pantallas 💻, más meriendas 🍕🍟 y menos actividad física 🏃♂️. Es como el escenario perfecto de un estilo de vida sedentario, y está afectando la salud de los niños.
\"Esto está agravando lo que ya se considera una crisis de obesidad infantil,\" dice Joseph Workman, un sociólogo de la Universidad de Missouri que se enfoca en la desigualdad educativa.
Workman predice que la obesidad infantil podría aumentar en un 4% si los estudiantes permanecen fuera de la escuela por solo cinco meses. Es un gran salto 🚀, considerando cuántos niños ya enfrentan desafíos con su peso.
Los expertos dicen que la falta de estructura que conlleva el aprendizaje remoto, junto con el acceso limitado a las comidas escolares 🥪—de las que dependen millones de niños en EE. UU.—son factores importantes que contribuyen al problema.
La pandemia no solo ha interrumpido la educación, sino también las rutinas que mantienen a los niños saludables y activos. Con las líneas entre el hogar, la escuela y el tiempo libre desdibujadas, es más fácil que nunca que se adopten hábitos poco saludables 😬.
Es importante que las familias encuentren nuevas formas de mantener a sus hijos activos y comiendo saludablemente, incluso cuando están atrapados en casa. ¡Al fin y al cabo, nuestros futuros superhéroes 🦸♂️🦸♀️ necesitan su fuerza!
Reference(s):
cgtn.com
