Brandon Bryant, un exoperador de drones para el ejército de los EE. UU., está hablando sobre el impacto emocional de su tiempo en Afganistán. Después de completar una misión de ataque con drones, Bryant recuerda sentirse abrumado por sentimientos de disgusto.
\"Todo lo que podía sentir era disgusto,\" confesó. \"Tengo odio hacia mí mismo.\"
La sincera admisión de Bryant arroja luz sobre el impacto humano de la guerra a distancia. A medida que avanza la tecnología, los efectos psicológicos en operadores como Bryant destacan un lado del servicio militar que a menudo está oculto a la vista.
Su historia plantea preguntas importantes sobre el costo de la guerra moderna, no solo para aquellos en el terreno sino también para quienes están detrás de las pantallas.
Es un recordatorio contundente de que detrás de cada operación, hay personas reales lidiando con las consecuencias de sus acciones. 💔
Reference(s):
A former U.S. drone operator in Afghanistan admits to hating himself
cgtn.com