En una ciudad donde la curiosidad infantil a menudo encontraba limitaciones, Yuki, un nativo de Pekín, destacó por su temprana pasión por las ranas, lagartos y serpientes . En los años 90, existían pocas oportunidades para que una mente curiosa explorara estas criaturas únicas en su ciudad natal.
Todo cambió cuando Yuki estudió en el extranjero. Nuevas leyes le permitieron tener legalmente reptiles como mascotas: especies que solo había admirado en libros. Esta experiencia reveladora abrió un mundo donde la educación transformó el miedo en fascinación.
Al regresar a Pekín, Yuki investigó las leyes locales y aprovechó la oportunidad para compartir sus descubrimientos. Su viaje es un testimonio de cómo adoptar diferentes perspectivas puede inspirar caminos educativos innovadores y motivar a otros a superar limitaciones.
La historia de Yuki nos recuerda que con valentía y curiosidad, los obstáculos pueden convertirse en escalones hacia la aventura. ¡Sigue explorando y deja que tu pasión por aprender ilumine el camino!
Reference(s):
cgtn.com